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13 de abril de 2023

EL GRAVE ACCIDENTE FERROVIARIO EN ESTACIÓN BAQUEDANO EN 1913 QUE CASI LE CUESTA LA VIDA AL MINISTRO DE INDUSTRIA.

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ENRIQUE ZAÑARTU PRIETO 1881 - 1943

El 02 de Octubre de 1913 un grave accidente aconteció en el cruzamiento de vías férreas de Estación Baquedano, en el cual se vieron involucrados un convoy nocturno del F.C.A.B. y un convoy ministerial que trasladaba al Ministro de industria de aquel entonces Enrique Zañartu Prieto.

Así lo consigna el periódico El Mercurio del 03 de Octubre de 1913.

EL MERCURIO, VIERNES 03 DE OCTUBRE DE 1913

A eso de las 2 de la mañana de ayer los habitantes de los barrios cercanos al Ferrocarril de Antofagasta a Bolivia, despertaron sobresaltados por un movimiento de material rodante inusitado a esa hora y por repetidos pitazos de alarma dado por las locomotoras.

¿Qué había sucedido?

Rumores siniestros empezaron a circular una vez entrado el día, acerca de una catástrofe ferroviaria que había ocurrido en el interior. Se relacionaba estos rumores con el viaje del ministro de industria, y con el de la comitiva salida desde Antofagasta para reunirse en Baquedano con el honorable señor Zañartu.

En efecto, anteayer a las 04:40 de la tarde, un tren especial de la Empresa F.C.A.B. había salido de esta ciudad, llevando al señor Intendente de la Provincia, don Julio Fabres, y a los señores Walterio H Robinson, Cayetano Astaburuaga, Alberto “Ali-…”, José Antonio Bustamante, Carlos Orrego Barros, Francisco Javier Castillo y algunos otros.

Dicho tren llego a Baquedano poco después de la 8 de la noche y entró al desvío muerto de la estación F.C.A.B. a fin de esperar allí la llegada del convoy conduciendo, por el longitudinal, desde Pintados, al señor Ministro Zañartu y acompañantes.

A las 8:40 p.m. entretanto, salía de Antofagasta el tren nocturno internacional, el que, a su vez, llego a Baquedano a las 12:45 a.m. hora de itinerario. Después de la parada reglamentaria, en esa estación, el nocturno reanudó su marca, en condiciones perfectamente normales.

Y llega el momento del accidente. La primera noticia fidedigna la tuvimos, en la mañana de ayer, por medio de un atento telegrama del señor Intendente de la Provincia. Dicho telegrama, colocado en Baquedano y que agradecemos debidamente al señor Fabres, decía lo siguiente:

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<<Anoche12:30 a.m., Choque grandísimo en cruce Lonjitudinal con el Ferrocarril Bolivia. Chocaron comitiva ministerial, que llegaba, a Baquedano, con tren Internacional a Bolivia. El tren especial que subió de esta está en un desvío, esperando comitiva. Muertos no ha habido. Heridos, sin gravedad, ingeniero señor Schmidt, señor Kundsen, señor Taylor, un mayordomo y un mozo. Bajan acompañados doctor Guerrero, en tren internacional, que regresa por estar línea interrumpida. Repito que no hay motivo de alarma. Demás heridos de dos a tres levísimos. Tren comitiva seguirá medio día al interior. Desmienta toda información alarmante.>>

Poco después fueron llegando mayores detalles del siniestro, los cuales concordando con la información transcrita mas arriba, dejaba ver que -prodigiosamente- no se ha producido una horrorosa catástrofe.

En esta misma página podemos ofrecer a nuestros lectores un croquis que -aunque hecho a la ligera- da una idea lo mas exacta posible del choque ocurrido. Nos ha sido suministrado, junto con precisos detalles del suceso, por un distinguido caballero que forma parte de la comitiva salida de Antofagasta y que regreso ayer mismo a este puerto.

Vamos a reanudar nuestra relación interrumpida, ayudándonos para mayor claridad, con el mencionado croquis.

Decimos que momentos antes de la 1 a.m. el nocturno salió de Baquedano, siguiendo su viaje en condiciones de absoluta normalidad.

Algunas cuadras mas arriba de la estación del F.C.A.B. queda el cruzamiento de la vía de la misma empresa con la línea longitudinal, en la forma en que aparece en el diseño.

En ese sitio se levanta una casucha para el guarda cruce, empleado que no estaba en su puesto en esos momentos.

Un poco al sur del cruzamiento queda la estación del longitudinal, también señalada en el croquis.

Con motivo de la llegada del ministro, la estación estaba embanderada y a uno y otro lado de la estación longitudinal se habían encendido grandes salitrones marcados en el diseño. Estos salitrones tuvieron parte principal del accidente.

En los precisos instantes en que el nocturno internacional salía de Baquedano, el tren ministerial llegaba del norte a atravesar el cruce en demanda de la estación de su línea. Bajaba por una gradiente de 2½ por ciento con velocidad media.

El maquinista del convoy ministerial veía desde lejos la estación profundamente iluminada por los salitrones y al acercarse se le encandilaron los ojos con esos resplandores. En esta forma no pudo ya mirar hacia los alrededores de su línea y como ninguna señal le indicaba peligro siguió avanzando tranquilamente hacia el choque.

El tren se componía de una locomotora, un estanque, un carro dormitorio, un carro comedor y un furgón de equipajes.

Al producirse el choque el señor ministro Zañartu y la mayoría de sus acompañantes descansaban en el carro dormitorio. En el carro comedor estaban solo los señores Knudsen, Taylor y Schmidt y algunos mozos.

El maquinista del nocturno internacional no alcanzo a ver nada. A diez metros del cruce paso ante sus ojos algo como un relámpago luminoso: Era el caldero de la otra locomotora, que tomaba el cruce. Con movimiento instintivo cerro los frenos y dio contra vapor. Alcanzo a pasar la máquina, el estanque y el dormitorio. Un segundo después, la locomotora del nocturno chocaba furiosamente contra el carro-comedor.

La conmoción fue enorme, el comedor semi despedazado, fue a dar a varios metros de distancia, quedando en la posición que indica el croquis.  Los señores Knudsen, Taylor, Schmidt y un mozo lanzados fuera del coche, quedaron tendidos en el sitio en que aparece en el diseño cuarto administrativos.

La violencia del choque volcó el carro dormitorio, fuera de la línea y el señor Zañartu y acompañantes rodaron confusamente entre mantas y colchones, sorprendidos en pleno sueño.

Por fortuna los dinamos eléctricos siguieron moviéndose de modo que la luz no se apagó dentro del carro. Esto facilito la salida por las ventanillas de los ocupantes, operación que demoró unos 15 minutos.

Una vez afuera se vio que ninguno de ellos había sufrido heridas ni contusiones.

Todos se dedicaron, entonces, a la atención de los heridos de cuyas primeras curaciones se encargaron el doctor don Jerma Guerreros, que viajaba en el nocturno, y el medico del longitudinal.

Como la línea del F.C.A.B. había quedado destruida en alguna extensión, el nocturno regresó a Antofagasta trayendo a las personas heridas al cuidado de los facultativos mencionados.

Tan pronto como llegaron a esta fueron trasladados al Hospital del Ferrocarril, donde han sido atendidos con el esmero de costumbre.

Las pequeñas heridas y contusiones de los señores Schmidt, Kundsen y Taylor no ofrecen gravedad alguna.

Anoche a las 9 se nos avisó por teléfono, desde el hospital, que esos caballeros y el mozo seguían mucho mejor y que su estado era satisfactorio.

Poco después de medio día de ayer ya reestablecido el tráfico por la línea del F.C.B.A. el señor ministro Zañartu y comitiva siguieron su anunciado viaje al interior del departamento.

Solo regresaron a este puerto los señores Francisco Javier Castillo, Delegado Fiscal de Salitreras y Alberto Alibaud, Administrador General de la Compañía de Salitres de Antofagasta.

A raíz de este choque que casi ha costado la vida de tres distinguidos caballeros y que pudo asumir las proporciones de una horrorosa catástrofe, conviene llamar la atención de las empresas afectadas, hacia el descuido verdaderamente lamentablemente que ha ocasionado este accidente.

No podría alegarse como disculpa por ninguna de ellas las circunstancias de haberse tratado de caso excepcional, pues la empresa longitudinal conoce los itinerarios de los nocturnos a Bolivia, y el F.C.A.B. por su parte, estaba esperando la llegada del convoy ministerial.

Cualesquiera que haya sido el factor determinante de lo ocurrido, es indispensable que se adopte todas las medidas y precauciones de rigor, para que el cruzamiento de Baquedano deje de ser un peligro para el tráfico por ambas líneas.

Pensamos en que solo uno o dos segundos de tiempo han salvado al carro-dormitorio de ser cogido por la locomotora, y muertos el ministro de Industria y distinguidos acompañantes.

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